17 septiembre 2015


Un joven discípulo de Sócrates llega a casa de éste y le dice:
- Escucha, maestro. Un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...
- ¡Espera! –lo interrumpe Sócrates- ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas?
- Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguien?
- No, en realidad, no. Al contrario...
- ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces –dijo el sabio sonriendo- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

1 comments :

Genial!!! Què buena enseñanza para aprender de ella. Cuantas veces hablamos de más o entramos al trapo haciendo comentarios improcedentes.
Me ha encantado. Gracias!!!

Reply

Sepamos ofrecer lo mejor de nosotros. Bienvenida la crítica, acompañada siempre de la cortesía.