21 abril 2021

 


Me mantengo firme en la misión delante de mí.

El profeta Nehemias tenía la firme convicción de regresar a Jerusalén a restaurar los muros de la ciudad que habían sido destruidos 120 años antes. Nehemias, lloro, ayunó y oró delante de Dios. Su oración fue contestada cuando el rey persa le concedió permiso de regresar a Israel y empezar la reconstrucción (Nehemias 1:8). No obstante las burlas y desalientos que recibió, al termino de medio año, los muros habían sido reconstruidos.

No permito que las críticas, dudas y fracasos me desvíen o aparten de la misión o sueño trazado. Como Nehemias, me humillo ante Dios para que el Espíritu Santo en mí me mantenga firme y constante en busca del logro u objetivo.

Con su ayuda, me levanto por encima de las circunstancias para persistir con firmeza hacia adelante. El Espíritu Santo en mí, me ayuda a edificar los muros de mis sueños.

"El Dios del cielo nos dará éxito; por tanto, nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos..." Nehemias 2:20

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