03 septiembre 2015


En cierta ocasión, el orgulloso rey Luis XIV, que aburría a todos con su absolutismo y su hambre de adulación, leyó al escritor Boileau unos versos que había escrito y le pidió su opinión. 
“Señor, respondió con delicadeza el gran poeta, para Vuestra Majestad no hay nada imposible: Os habéis propuesto escribir malos versos y lo habéis conseguido a la perfección”.

2 comments

Muy buena respuesta!
Que hartura de discursos vacios de contenidos, todo por aparentar que se es "alguien".
Vanidad de vanidades...

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Nunca tan apropiadas como en este siglo. Gracias Emma por tu aportación.

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